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A la Sagrada Majestad de la VERDAD

Thomas Taylor

lunes, 10 de enero de 2011

EINSTEIN Y LA DOCTRINA SECRETA DE H. P. BLAVATSKY


En ámbitos teosóficos viene circulando hace muchos años la supuesta existencia de una Doctrina Secreta con anotaciones al margen de Albert Einstein, que, supuestamente también, mantenía en su escritorio. Digo supuestamente por el hecho de que hasta ahora no se ha encontrado esa mencionada joya, por lo que no hay pruebas concluyentes de su existencia, distintas a algunos comentarios.
El origen más cercano de la difusión de la noticia de la existencia de "La Doctrina Secreta de Einstein" puede ser la amplia difusión que tuvo un artículo del distinguido académico y teósofo, además ex-vicepresidente internacional de la Sociedad Teosófica, el Dr. John Algeo, titulado Theosophy and the Zeitgeist publicado en 1987 en la extinta revista The American Theosophist, en el cual recogía sucintamente las influencias de la teosofía en el "espíritu de los tiempos", que es más o menos lo que significa la palabra alemana, con la intención de hacer notar la influencia del ideario teosófico en el mundo moderno.
Decía el Dr. Algeo en el mencionado artículo: "Una posible influencia específica de la Teosofía sobre la física moderna ha sido reportada de una conversación con Albert Einstein sostenida en 1935 en la cual el Padre de la Relatividad, se nos dice, haberse pronunciado sobre La Doctrina Secreta de H. P. Blavatsky, así:


Es un libro muy extraño, incluso le he dicho al Prof. Heisenberg, mi colega físico, que se consiga una copia y la mantenga en su escritorio. Le he urgido a que acuda a ella cuando esté abstraído en algún problema. La rareza de este libro podría relajarlo o posiblemente inspirarlo... Por ejemplo, aquí hay algo que ella dijo que me intriga mucho, estoy asombrado cómo concuerda con la física moderna:
Basta esto para mostrar cuán absurdas son las admisiones simultáneas de la no divisibilidad y de la elasticidad del átomo. El átomo es elástico, ergo el átomo es divisible, y debe estar compuesto de partículas o de subátomos. ¿Y estos subátomos? o no son elásticos, y en tal caso no presentan importancia dinámica alguna, o son elásticos también, en cuyo caso están igualmente sujetos a la divisibilidad. Y así ad infinitum. Pero la divisibilidad infinita de los átomos resuelve a la Materia en simples centros de Fuerza, esto es, excluye la posibilidad de concebir a la Materia como una substancia objetiva. (Doctrina Secreta T. II. Ed, Español).

Hay muchas otras afirmaciones de ella (Blavatsky) que encuentro interesantes." 
Hasta aquí la cita del artículo de John Algeo.
El Dr. Algeo fue prudente y responsable en sus aseveraciones, además hizo la referencia adecuada sobre la proveniencia de la supuesta conversación donde Einstein habría dicho lo que acabamos de citar. El punto central de esta entrada del blog, es precisamente esa referencia. Se trata de un artículo publicado en el periódico Ojai Valley News, aún existente, de Ojai, California, por allá el 28 de septiembre de 1983, con el título I VISIT PROFESOR EINSTEIN y bajo el nombre de autor de Jack Brown. Hasta hace muy poco solo se tenía referencia al citado artículo, y nadie se había dado a la tarea de ubicarlo y demostrar la existencia del mismo, y mucho menos de subirlo a internet a disposición de todo el mundo.
Esto acaba de suceder, el artículo se localizó en los archivos del Ojai Valley News y ahora está disponible en internet en la página de Daniel Caldwell: http://www.blavatskyarchives.com/brown/jackbrownoneinstein.htm
Revisando el artículo encontramos que la cita del Dr. Algeo es correcta, y aunque el artículo no comprueba la existencia de La Doctrina Secreta con anotaciones al margen de Einstein, ni tampoco su interés por la misma, si es un avance importante en el esclarecimiento del "mito de La Doctrina Secreta de Einstein".
Específicamente menciona el artículo de Jack Brown que estando en la casa de Einstein acompañando a un amigo matemático, y después de que estos terminaran de discutir asuntos de su interés, Einstein lo invitó a subir a su estudio, inicialmente vio su biblioteca y el desorden "normal" de un científico, pero la mayor sorpresa se la llevó al ver en una esquina de su escritorio La Doctrina Secreta, a lo cual Brown le preguntó a Einstein ¿Qué hace ese libro aquí? a lo que Einstein contestó ¿no lo sabe usted? Es la biblia de los teósofos. Como toda religión ellos también tienen su biblia. Uno se siente sacudido por la poca semejanza con el viejo y nuevo testamento. Es un libro muy extraño... Y ahí comienza la cita que pusimos arriba en boca de John Algeo.
Con la publicación en 1992 de la biografía H. P. B.: The Extraordinary Life and Influence of Helena Blavatsky también se dieron pasos en ese sentido. El capítulo 3 de la parte 7, titulado Science and The Secret Doctrine, trae importantes referencias. Se menciona allí (cita 22 del cap. citado) que Einstein pudo haber entrado en contacto con La Doctrina Secreta a través de Robert Millikan, otro premio nobel, director del Norman Bridges Laboratory en el California Institute of Technology (Cal. Tech. como se le conoce) en Pasadena. Millikan ayudó a traer a Einstein a los Estados Unidos en los años 1930, después de su exilio de la alemania hitleriana. Se tiene noticia, y este es el indicio de que posiblemente Millikan introdujo a Einstein en la lectura de La Doctrina Secreta, de que durante su mandato en el Cal Tech, una copia de La Doctrina Secreta de posesión de la biblioteca de la institución, era de amplia circulación, tanto que para leerla era necesario anotarse con anterioridad.
Pero hay que ser justos, esto todavía no es una prueba, es otro indicio más en relación con la hipótesis de que Einstein era asiduo lector de La Doctrina Secreta.
Para acabar de ajustar, el mito tiene otra "pata", se cuenta que una teósofa muy destacada, Eunice Layton, contó lo siguiente: estando prestando sus servicios en Adyar, sede internacional de la Sociedad Teosófica en India, algún día llegó alguien que se presentó como una sobrina de Einstein (aunque todo indica que no tuvo sobrinas) averiguando por "esa cosa" de la teosofía y la Sociedad Teosófica que ella había oído mencionar por el libro que mantenía su tío (supuestamente Einstein) en su escritorio y el cual consultaba y rayaba con asiduidad. Esta historia tiene otra derivación referida por León Maurer en su página web. Dice que a mediados de los 1970 asistió a una conferencia en la Logia Unida de Teósofos en Nueva York, dictada por Mrs. Wadia, (¿Sophia?) cercana  (viuda?) a un  reconocido teósofo indio ya muerto, (B. P. Wadia) ella estaba acompañada por varias mujeres más vestidas de saris. Al final de su charla se le acercaron varios asistentes, pero Maurer no recuerda si fue ella u otra de la mujeres, la que refirió que estando en Adyar en la Editorial Teosófica, a mediados de los años 1960, ella conoció a la sobrina de Einstein, quien dijo que había venido a la sede de la S. T.  a donar el libro que su tío tenía en la cabecera a la hora de morir. La narradora de la historia manifestó que los presentes recibieron la obra muy complacidos. Cuando se le preguntó si la había abierto, dijo que sí y que estaba copiasamente subrayada y llena de notas al margen, y cuando le preguntaron por el paradero del citado libro, dijo que se encontraba en Adyar. Lo cierto es que han buscado en la biblioteca de Adyar y aún no han encontrado nada.
Como vemos son varios los elementos que componen el mito de la Doctrina Secreta de Einstein, pero lo público es que aún no se ha encontrado la referida obra. Es mejor mantener un escepticismo sano al respecto y esperar. Nuevamente el interés por develar este misterio-mito se ha despertado, ahora con un paso allanado, la confirmación de la existencia del artículo en el Ojai Valley News, que se convierte en una pista más. 
Un aspecto interesante de mencionar, sea que exista o no la obra que nos ocupa, es que Einstein tuvo una dimensión mística bastante poderosa, a veces desconocida del gran público. La compilación de textos de algunos grandes científicos del siglo XX que hizo Ken Wilber, titulada Cuestiones Cuánticas, entre ellos Einstein demuestra, por ejemplo sus convicciones sobre Dios, bastante profundas y cercanas a las grandes corrientes espirituales.
Amanecerá y veremos, por lo pronto podemos leer con provecho, tanto lo que escribió Einstein, como La Doctrina Secreta y comparar por nosotros mismos, si tuvo alguna inspiración en la magna obra de H. P. Blavatsky.

Por: Juan

1 comentario:

18 grados de Leo dijo...

Una breve aportación: son impresionantes las alusiones a lo que, clarísimamente, es el Big Bang, el origen del universo tal como lo concibe la ciencia actual en el tomo 1 de la D.S.
No soy teósofo, pero respeto profundamente a los que lo son. Mi madre lo era. Yo leí la D.S. a los 16 años, y escribí -yo también- anotaciones en los márgenes